El ADB Hellín / Riegos de Levante logró este fin de semana la octava victoria de la temporada en el último partido de la liga en el Pabellón Nº 1, que puede y debe valer una salvación en la categoría, tras un partido en el que los hellineros tuvieron que apelar a la heroica y al coraje para terminar doblegando a un Manzanares que nada se jugaba, pero que nunca se rindió hasta el final.
Eso sí, se volvió a poner de manifiesto que los manzanareños sólo han ganado hasta la fecha un partido lejos de su cancha, aunque se presentó con un arma muy perjudicial para los hellineros: los más de 2,05 de Luis Verdeguer, ante un Hellín mermado en el juego interior, sin David Marín, De Andrés y Juan Montero, a quien la plantilla quiso, al final del partido, dedicarle la victoria ante el momento que, desde el punto de vista personal, está viviendo en las últimas semanas el madrileño, que podría haber dicho adiós a su brillante etapa en el conjunto hellinero.
Pero ADB acabó con la cabeza bien alta y presumiendo del trabajo bien hecho en los últimos años, ya que fueron los canteranos, como Andrés Sánchez y un Lauri González, soberbio en el día de su cumpleaños, con siete de nueve triples, y un total de 24 puntos, quienes se echaron el equipo a las espaldas para terminar asegurando una victoria crucial de cara a poder continuar en la categoría.
El partido comenzó con equilibrio entre ambos equipos que rivalizaron en aciertos y en errores, con un ADB Hellín muy mentalizado y ordenado en defensa. Más o menos el mismo guión presidió el segundo cuarto, en que ADB, liderado por un Dani siempre sensacional y con una interpretación brillante de todos los partidos, colocó un parcial de 11 – 0 que le dio su máxima ventaja de todo el choque (39 – 24).
Pero Manzanares, al contrario que los hellineros, mucho más aliviado en la clasificación y, sobre todo, con los triples de Luis Gabriel Nieto- Sandoval, permitió que, al descanso, se llegara con las espadas en todo lo alto.
A la vuelta de los vestuarios los visitantes endosaron un parcial de 0 – 9 que le situó por encima del marcador, en medio de las dudas de un Hellín con menos rotaciones en el banquillo que hizo temer lo peor cuando Manzanares se fue hasta su máxima diferencia (47 – 53).
Pero en ADB regresó la inspiración, la suerte y, sobre todo, el acierto que tanto se ha echado de menos esta temporada. Y a los hellineros les comenzó a entrar todo lo que tiraba en el aro contrario por parte de Lauri; un Andrés soberbio, con 22 puntos y diez rebotes, y el resto de los jugadores, contagiados de esa musa que, por fin, apareció entre los hellineros.
Con 62 – 60 se entró en el momento de la verdad en que ADB, sacudido de ese mismo acierto, y desatado en ataque, con un porcentaje que exasperó en ocasiones a Manzanares, se plantó con una renta de doce puntos en los tres últimos miutos. Fue entonces cuando Hellín se relajó y se dedicó a contemporizar y a disfrutar con sus aficionados más fieles que han sufrido, al lado del quipo, una temporada muy complicada, en forma de adversidades y multitud de contratiempos.
ADB Hellín concluirá la liga el sábado viajando a la cancha del Madrigueras donde, a las 18.30 horas, se medirá al equipo del ex hellinero, Ángel Codón, con siete victorias, y con la importancia del average, teniendo en cuenta que, en la ida, los hellineros se impusieron 83 – 77.
Lo cierto es que en este partido puede estar en juego el antepenúltimo puesto de la clasificación, ya que al ya descendido Daimiel, el otro equipo en discordia, CEI Toledo, también con siete victorias, tiene que viajar a la cancha del ya campeón, Ciudad Real, que suma sus 25 paridos con otros tantos triunfos.
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